Quedaban 2 horas para el atardecer. Para aprovechar al máximo la luz del día, propusimos la siguiente pausa para beber agua en la siguiente reunión, así que me apresuré para el siguiente largo, un 5+ bastante corto. Subí por la chimenea, coloqué un Totem Cam Rojo a 5 metros, y uno Verde 10 metros después. Sediento y cansado, me agarré a una roca saliente con mi mano derecha, tomé impulso…y la roca cedió.
De repente estaba en el aire cayendo y gritando. Me preparé para el impacto. La caída debería haber terminado, pero no fue así. Respiré hondo y volví a gritar. En un instante, me detuve abruptamente golpeándome contra la pared. Después de caer 25 metros, me encontré colgado debajo de la reunión. El Totem Cam Verde se coloco mal, y con el impacto cedió la roca, con lo que me quedé colgando del Totem Cam Rojo. Podría deciros, que en ese momento vi toda mi vida pasar ante mis ojos, o que mis pensamientos estaban con mi único amor verdadero, pero para ser honesto, mi primer pensamiento fue el volver a realizar ese estúpido paso. Luego, eché un vistazo a mi mano izquierda que estaba sangrando fuertemente. Había un corte muy profundo en mi palma. Muy ansioso, traté de mover todos los dedos, y me relajé, cuando vi que todos se movían sin problemas.
Llegar a la cima ya no era posible. Jef tuvo que bajarme a la reunión anterior, donde pude anclarme. Después de recuperar el Totem Cam Rojo que sostuvo mi caída, Jef, bajo a mi posición y me ayudó a tratar la herida. Inmovilizamos el pulgar izquierdo, y por suerte, todavía podía usar el resto de dedos así como mi mano derecha. Tras calmarme un poco, comenzamos a bajar. Jef fue todo el rato primero, y preparando todo para mi, yo intenté ayudar en lo que pude. En menos de 2 horas llegamos al pie de vía. El sol se había puesto media hora antes, así que nos sentamos en la oscuridad a recuperar algo de fuerza, y comer los Snickers que habíamos guardado para la cima.
Todavía nos tomó 2 horas llegar al campamento y a nuestro coche. En el camino, pudimos contactar con Wolfi y Phillip, que lograron llegar a la cima de «Shukran», y decirles que nos dirigíamos al hospital. Mientras ellos comenzaron el largo descenso, nosotros nos dirigimos a la siguiente ciudad grande (Ibri). Durante la conducción, y ya sin fuerzas, me quedé dormido. Por fin pude ver un medico a media noche. Tenía una herida grande pero superficial en mi cadera, una quemadura de la cuerda en mi mano derecha, muchos rasguños y un corte muy profundo en mi mano izquierda. Tuve suerte, no hay huesos rotos, solo algunos puntos de sutura. A las 4:30 de la madrugada, por fin pude acostarme en la tienda. ¡Exhausto, pero vivo!